Se trata, sin duda y no en vano, de la vía con más renombre de los Órganos de Montoro. El diedro perfecto de sus dos últimos largos ya merece un viaje a este recóndito lugar.
La roca es bastante compacta durante todo el recorrido (salvo algún tramo) pero sin duda excepcional en los largos de diedro. También conviene destacar la fisura del tercer largo.
El inicio lo encontraremos en unas gradas un poco a la izquierda de la vertical del característico diedro, unos metros a la izquierda de una linea de parabolts y una tenue flecha picada en la pared.
L1: 45m (V+)
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La vía comienza por unas gradas con tendencia a la derecha, supera unos pasos de placa con salida delicada a una repisa con roca suelta.
Sigue por un corto tramo vertical con roca algo inestable y remonta hacia la derecha por terreno sencillo hasta una amplia repisa. Reunión sobre un parabolt a reforzar.
L2: 40m (V)
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Travesía a la izquierda sobre romos imposible de proteger o destrepamos unos metros y ascendemos por lo más evidente hasta una pequeña repisa y seguimos un pequeño diedro canal con tendencia a la derecha hasta una amplia repisa donde montamos reunión sobre dos parabolts.
L3: 30m (V+)
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Seguimos la evidente fisura sobre la reunión por roca muy franca. Se protege muy bien y nos sorprenderá algún buzón inesperado. Al salir de la fisura tras una trepada montamos reunión de un espit y un clavo.
L4: 35m (IV+)
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Nos adentramos andando en una ancha canal escalonada con árboles. Podemos escoger entre varios resaltes para seguir andando por terreno incierto. Encontramos la reunión en una pequeña repisa un poco a la izquierda bajo un diedro fisurado. Reunión de un gran cordino a una savina.
L5: 30m (V+)
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Ya estamos en el diedro aunque todavía no es totalmente vertical. No tenemos más que seguir el diedro que asciende con cierta tendencia a la derecha hasta situarse en la vertical del perfecto diedro final.
Reunión de un árbol en una pequeña repisa.
L6: 30m (6a)
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Seguimos sin lugar a pérdidas el vertical diedro que supera un pequeño desplome. Podemos descartar la primera reunión que encontramos de un espit y un clavo en una pequeña repisa y seguir unos metros más hasta otra reunión similar en otra repisa.
L7: 40m (6a+)
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El diedro resulta cada vez más homogéneo y la pared de la izquierda más lisa. La fisura se mantiene constante lo que nos permite protegernos a cañón durante todo el largo. Conviene usar la técnica de fisura ya que el las paredes resultan muy lisas. Tiene un tramo muy mantenido tras el cual empezamos a encontrar presas para las manos. ¡¡Una auténtica joya!!
Tras salir del diedro aún nos quedan unos pasos durillos de placa fina hasta llegar a la cima. Podemos montar una reunión intermedia en la repisa tras salir del diedro sobre dos viejos espits.