Es el sector principal, donde se ubican la mayor parte de las vías de varios largos.
Tiene una verticalidad extrema. Su roca es de muy buena calidad. Caliza gris y anaranjada repleta de fisuras, regletas, gotas de agua y algunos techos.
Un lugar idóneo para disfrutar del sol en los meses de invierno.
Sus vías no son demasiado largas, lo que nos permitirá hacer varias en una misma jornada. Se puede descender rapelando por alguna de las lineas de rápeles o andando por la senda del Portillo.
Aproximación
Desde el parquing, cruzar la valla metálica y seguir el camino forestal de Prado Mayor, que va remontando el valle. Las paredes en seguida se hacen evidentes entre los árboles a la derecha del camino. Tras aproximadamente una media hora de camino veremos una senda que asciende hacia un collado. Se trata de la senda de descenso del Portillo. Podemos ascender por aquí hasta el pie de la pared y recorrer esta en busca de la vía elegida o seguir por el camino hasta localizar la vía y buscar el sendero más cercano que ascienda, encontraremos varíos.